Cuando hablamos de
trabajo familiar, se refiere a “las tareas del hogar y del cuidado
de los hijos y de las hijas que deben realizar las familias para
mantener el hogar y a sus miembros” (Piotrkiwski y Hughes,
1993:191).
Este punto nos habla
de los diferentes roles, el organizador, cuidador, el líder, etc.
Pero nos interesa más la sobrecarga de roles, un ejemplo de ello son
las madres trabajadoras, ya que su rol en el hogar suele tener
responsabilidades de control y cuidado de los demás miembros, por
ello las madres suele tener sobre carga de roles, tanto del
remunerado, como del familiar. Esta situación lleva hacia un estrés
y una mala atmósfera en casa, donde educar a los hijos se vuelve un
conflicto en vez de un disfrute. La situación de los padres es
similar, trabajan a jornada completa por lo que no tienen demasiado
tiempo para dedicarles a sus hijos, pero como muestran los resultados
de esta investigación, a día de hoy las mujeres siguen con el plus
de tener más tareas domésticas que los hombres.
Es muy importante
buscar soluciones o nuevas formas de diálogo entre la familia y la
escuela y entre los propios padres e hijos, ya que la educación que
otorga la familia a los niños no puede ser reemplazada por ninguna
otra.
Maganto, J.M., Bartau, I. Etxeberria, J. (2003). La participación en el trabajo familiar: Un reto educativo y social. RELIEVE, v. 9, n. 2, p. 160-183.
Maganto, J.M., Bartau, I. Etxeberria, J. (2003). La participación en el trabajo familiar: Un reto educativo y social. RELIEVE, v. 9, n. 2, p. 160-183.
No hay comentarios:
Publicar un comentario